miércoles, 10 de noviembre de 2010

Causas De La Drogadicción

 El consumo de drogas es un fenómeno multicausal ya que en él inciden una serie de factores en el ámbito personal, familiar, escolar, social y cultural, por lo tanto no existe sólo una manera de abordarlo:

 a)      La curiosidad de lo prohibido. La curiosidad, en todos nuestros descubrimientos en la vida, es mucho más fuerte si se trata de materia prohibida. Las drogas son ilegales, están prohibidas por la sociedad y por las personas mayores, contra quienes el joven se rebela por naturaleza, y mucho más ahora, ya que culpa a esos mayores de haber “organizado” este mundo loco y amenazador en que vivimos. Por eso, la primera hierba, rodeada de misterio y de prohibición, se hace intensamente atractivo.
b)      El gregarismo. Todos sabemos que el adolescente y el joven, por una parte, se rebelan contra las generaciones anteriores, pero, por otra, sienten la necesidad, a veces angustiosa, de ser aceptados en el grupo o pandilla de sus iguales. Es una necesidad muy profunda, surgida de la tendencia a relacionarse, que, es el impulso más profundo del ser humano, más que el instinto sexual.

c)      El placer. Al principio por curiosidad, después por la necesidad de ser aceptados, muchos fuman el primer cigarrillo de marihuana o toman el primer (ácido) o cocaína sin ningún gusto, incluso con desagrado. Pero después de unas cuantas experiencias empieza a gustarles. La nueva sensación de ingravidez, o al menos ligereza, de la marihuana; la euforia loca del alcohol; la nueva energía y vitalidad artificial de las anfetaminas o cocaína; el descubrimiento de nuevos colores y sonidos en las alucinaciones del LSD; el (placer total) producido por la heroína, son sensaciones placenteras distintas, de gran intensidad, que terminan por atrapar en serio al que empezó jugando 
d)      La evasión. Hay que reconocer que el mundo que estamos legando a las generaciones jóvenes no es atractivo ni agradable, sino injusto y duro.
Ante esos pavorosos problemas comunes y ante los pequeños problemas individuales (exámenes suspendidos, fracasos sentimentales, dificultades económicas), el joven tiende, con cobardía, pero con cierta lógica, a evadirse. Y la evasión más cómoda y más rápida, aunque al final resulte la más destructiva, es la droga. Una vez que ha escapado por esa puerta falsa, ¡qué difícil es que quiera volver a enfrentarse con valentía a la dura, terrible y hermosa realidad!.
e) Búsqueda de nueva creatividad. Algunos escritores, pintores o músicos han los alucinógenos para despertar o expandir sus poderes creativos, abriéndolos a nuevos horizontes. En la misma línea, por la energía y vitalidad que proporciona, algunos llaman a la cocaína “la droga de los ejecutivos y de los políticos”.
Algunos jóvenes, impresionados por estas falacias, recurren también a la droga, esperando encontrar en ella esa “sabiduría oculta”. Pero lo que encuentran es una combustión rápida de sus organismos, espoleados despiadadamente, y una destrucción rápida de sus cerebros.
f) Los traficantes. Las cinco causas citadas hasta ahora son interiores al posible drogadicto: son miedos, deseos, ilusiones de su corazón. Pero hay que añadir, como impulso importantísimo para explicar la extensión aterradora del consumo de drogas, una causa externa: la avaricia de los traficantes. Con el cannabis o marihuana, la ganancia es mucho más reducida, pero el número de traficantes es infinitamente mayor: cualquier alumno que vende un cigarrillo de marihuana a un compañero es un traficante, aunque sólo lo haga para obtener dinero.
g)    La ausencia de centros recreativos y culturales o de actividades interesantes bloquea los cauces de expresión de la juventud.
h)    El sistema sanitario abusa de la receta de psicofármacos, utilizados en su mayoría sin verdadera necesidad y que constituyen generalmente el primer eslabón hacia el consumo de drogas.

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